¿1, 2, 3 por mí? Esta es la importancia del juego para tu hijo
Cuando tus hijos juegan, no solo se entretienen y pasan el tiempo: el juego cumple un papel fundamental en su desarrollo y crecimiento, aunque no lo creas. Además de estimular la observación, la atención, la concentración y la memoria, tiene una cantidad de beneficios destacables y que aquí te los contamos.
1. Estimula la imaginación
Todos en algún momento de nuestra vida imaginamos que el suelo era lava o que éramos guerreros invencibles que luchaban contra dragones y salvaban el día. Este tipo de fantasías ejercitaron nuestra imaginación y así lo hacen con tus hijos. Cada vez que ellos crean historias de rol para sí mismos o sus compañeros de juego, aprenden a pensar y crear métodos abstractos, que van más allá de su mundo.
2. Desarrolla habilidades sociales
Durante el juego, tu hijo aprende cómo ser parte de un grupo, dirigir, seguir instrucciones, negociar y compartir, habilidades esenciales que determinarán su rendimiento académico y, posiblemente laboral, a futuro.
En la primera infancia, tanto el juego como los juguetes, le ayudan a tu hijo a conocerse y a desarrollar su personalidad en áreas fuertes como la afectividad, la motricidad, la creatividad y la sociabilidad. Esta es una herramienta de socialización única que les permite empatizar con otros.
3. Mejora el aprendizaje
Para nosotros, este es uno de los puntos más importantes. Los juegos de rol, por ejemplo, le ayudan a tu hijo a desarrollar su capacidad cognitiva, al tiempo que estimulan sus múltiples tipos de inteligencia. Estudios han encontrado que el juego «reconecta» al cerebro, al cambiar las conexiones de las neuronas en la corteza prefrontal. Sin experiencias de juego libre, estas conexiones no se transformarían.
4. Permite a tu hijo conocer el mundo que lo rodea
Y no solo esto, también adaptarse a él ya que durante el juego él crea distintos mecanismos para adecuarse a cada situación. Aquí un factor importantísimo: le permite experimentar temores y frustraciones, así como triunfos y derrotas.
A pesar de los beneficios derivados del juego, tanto para los niños como para los padres, el tiempo destinado a esta actividad se ha reducido notablemente para algunos niños. ¿La razón? Siempre queremos exigir a nuestros hijos para que sean los mejores. Algunos padres nos cuentan orgullosos que sus hijos asisten a colegios especiales, a clases de piano, tenis, natación, matemática avanzada, danza, canto y esto no está mal, pero debemos aprender a encontrar un balance y comprender que, en medio de todo, son niños y jugar hace parte de su instinto.
Incluso, es cada día más usual ver cómo los niños prefieren estar frente a la computadora o al celular, que interactuando con el mundo que los rodea. De acuerdo con The Social Science Journal y la Academia Americana de Pediatría, los medios electrónicos están reemplazando el tiempo de juego al aire libre, además:
- Niños entre 8 y 10 años pasan casi 8 horas al día interactuando con medios digitales
- El 71% de los niños y adolescentes tiene un televisor en su habitación
- Los niños menores de 13 años pasan menos de 30 minutos a la semana afuera
- El 94% de los padres mencionó que los peligros de la calle son un factor incidente sobre el lugar en que dejan jugar a sus hijos
Aunque estos indicadores son preocupantes, los padres también pueden involucrarse en el proceso o dejar que profesionales en materia ayuden al niño a moverse a su propio ritmo, descubrir sus propias áreas de interés e involucrarse con las pasiones que desean seguir. Las interacciones que ocurren a través del juego indican a los niños que se les presta atención y crea relaciones duraderas.
Eso sí, evita controlar el juego en su totalidad pues tus hijos estarían jugando bajo tus reglas, más no las suyas. A diferencia del entretenimiento pasivo, el juego construye cuerpos activos y saludables y esa es una de nuestras mayores premisas. Aquí te damos una serie de tips para contribuir con esta actividad.